Unidad 3 - México Independiente
Los primeros proyectos de organización política
El proceso de independencia que vivió México fue prolongado y complicado, dejó un saldo muy alto en pérdidas humanas y en costo económico y político.
Borbonistas e iturbidistas en alianza con sectores altamente conservadores, pretendieron mantener esquemas monárquicos con la subordinación del estado a una iglesia oficial y con un programa político reservado para un emperador español.
Los grupos mejor organizados y con mayor fuerza política y social eran el clero y la milicia, los cuales se esforzaron durante más de 50 años por mantener esquemas coloniales a favor de sus privilegios. La inestabilidad política y el debilitamiento de nacional fueron rasgos de México entre 1821 y 1854, incluso en las décadas posteriores.
El primer intento de organización política de la nación mexicana al consumarse la independencia, lo emprendió el propio Iturbide al frente de una Junta Provisional Legislativa y de una Regencia con funciones ejecutivas que él mismo represento.
Con la negativa de España para reconocer el Tratado de Córdoba y sin lograr ponerse de acuerdo sobre el modelo político que convenía a México, la coyuntura favoreció inicialmente a Iturbide quien se consagró emperador en mayo de 1822. Pronto las dificultades económicas obligaron a Iturbide a imponer préstamos forzosos que desataron protestas. A finales de Octubre, Iturbide disolvió el congreso e impuso una junta de gobierno. Antonio López de Santa Anna, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero se rebelaron y restauraron el parlamento de 1823 con el llamado Plan de Casa Mata. Iturbide tubo que abdicar el trono en mayo de ese año. Ahora la balanza se inclino a favor de un sistema republicano.
En 1823 se convocó un Congreso Constituyente, el cual inmediatamente de dividió en dos grupos:
- Los federalistas: Quienes buscaban un mayor reconocimiento de la autonomía de las provincias.
- Los centralistas: Quienes deseaban un gobierno fuerte que evitara el desmembramiento del país.
Para 1824 se promulgó una constitución de régimen federalistas y representativo; además se estableció la división de poderes con un presidente, un congreso bicameral y una suprema corte de justicia. No era un régimen liberal en sentido cabal, pues los conservadores lograron establecer el catolicismo como religión oficial y preservar fueros militares y religiosos.
Al tomar como base la constitución de Estados Unidos y España se promulgo la constitución de 1824 cuyas características son:
- Adoptar la forma de gobierno republicano
- Adoptar el sistema federal de gobiernos.
- Otorgar garantías individuales
- Garantizar libertad de prensa y de pensamiento
- Dividir los poderes en: ejecutivo, legislativo y judicial
- Establecer un periodo presidencial de cuatro años
- Establecer a la religión católica como única y oficial (Intolerancia religiosa)
- Coacervar los derechos del clero y del ejercito
- Dividir el país en 19 estados y cuatro territorios
- Otorgar el poder ejecutivo a un presidente y un vicepresidente quienes serán elegidos por el pueblo
El general Antonio López de Santa Anna ejerció una gran influencia política y en numerosas ocasiones se levanto y derroto gobiernos de tipo centralista o de tipo federalista para apoyar y quitar a diferentes precedentes, e incluso para ocupar él mismo la silla presidencial, hasta 1855, cuando el general Juan Álvarez lo derroco al frente del Plan de Ayutla.
Los conflictos internacionales del México independiente
La inestabilidad política interna debilitó la recién adquirida soberanía de México frente a los ímpetus imperialistas de potencias tradicionales como España, reino que, bajo el régimen de Fernando VII, se propuso en varias ocasiones una reconquista. El rechazo general ante los peninsulares se incremento, y en estados como Jalisco, Michoacán y Veracruz las leyes internas ordenaron la expulsión de españoles recientes.
Miestras México participaba en eventos de filiación interamericana, Guatemala se separaba del pacto federal, y en otras entidades como Chiapas también lo intentaban. Al norte, territorios como Baja California y Texas realizaban proyectos separatistas que al final causaron profundas escisiones a la raquítica unidad nacional.
En 1838 se suscitó una agresión intervencionista de Francia, resultados de una serie de reclamos por daños y prejuicios contra negocios franceses en México. Las revueltas cotidianas en la vida nacional causaron pérdidas a un pastelero y a otros comercios radicados en el territorio nacional. El conflicto derivó en el uso de las tropas francesas en las costas del Golfo de México; la popularmente conocida como Guerra de los Pasteles concluyo en marzo de 1839. México era victima de la prepotencia de países poderosos y de una desintegración interna que se que se prolongó por décadas.
Conflictos Internacionales
- Guerra de los pasteles. Francia contra México. (1838 - 1839)
- Guerra contra Estados Unidos. (1846 - 1848)
- Venta de La Mesilla en 1853 a EUA
Uno de los episodios más costosos fue la separación de Texas y las otras entidades al norte de la República, sobre todo por que al perderse más de la mitad del territorio nacional, en 1848, Estados Unidos se apodero de Texas, Nuevo México, Arizona, California y Utah. Un antecedente histórico sobre la separación de Texas ocurrió rn 1835 al ser derrotado el general Santa Anna por tropas de Samuel Houston de San Jacinto.
Para marzo de 1845 el Congreso estadounidense decretó la anexión de Texas a Estados Unidos. Tropas de este país invadieron diversos sitios de la república Mexicana durante los seis meses siguientes, y el 13 de Mayo de 1846 Estados Unidos declaro la guerra, al finalizar el año había tomado todo el norte de México. La batalla del molino del rey y la toma de la ciudad de México se dieron a mediados de 1847. Durante la segunda fase de la Intervención Norteamericana, la intención era llegar a la ciudad de México. Santa Anna renuncio a ser presidente el 16 de septiembre.
Una vez tomada la Ciudad, se nombro un gobierno provisional a cargo de Manuel de la Peña y Peña ya que Santa Anna había huido del país y con él se había firmado el Tratado de Guadalupe Hidalgo, del que destacan los siguientes puntos:
- Estados Unidos recorrió sus limites hasta río Bravo.
- México perdió mas de la mitad de su territorio: Alta California y Nuevo México (2 400 000 metros cuadrados)
- Estableció que no daba lugar a reclamaciones posteriores.
- Afirmo la dependencia de Texas
- México recibiría 15 millones de pesos como indemnización
- Estados Unidos se obligaría a defender la frontera norte de las incursiones bárbaras
Situación económica del México independiente
La vida de la económica y social de México a partir de 1821 fue tan caótica como su situación política externa. La Guerra de la independencia había generado endeudamiento público. Se habían perdido rutas para las exportaciones Mexicanas y se gastaba excesivamente en armas y tropas. No había un proyecto de desarrollo económico nacional.
La secuela de la esclavitud se mantenía en muchos rincones del país, la ignorancia, la pobreza y la ausencia de un sistema educativo integraban la realidad cotidiana de la población civil en México.
Hubo políticas de recaudación de impuestos que sólo buscaban mantener gastos de guerra, pero que olvidaban la invención en el campo o el fomento industrial, y que tampoco generaban gastos de beneficio social. Y la búsqueda por establecer convenios comerciales con otros países fracasaba ante la falta de solides del estado.
Las ventajas extranjeras de Estados Unidos e Inglaterra no representaban alternativas para México en un ambiente de expansión industrial del capital foráneo. La producción de plata a nivel internacional se había desplomado entre 1821 y 1846.
Un personaje que destacó por sus programas de desarrollo económico fue Lucas Alamán, quien propuso en 1830 grabar con 5% las manufacturas extranjeras para impulsar las industrias mexicanas con dicho excedente. Creó la Dirección General de Industrias y estimuló las innovaciones tecnológicas y hasta la capacitación laboral; fundo el Banco de Avío para el fomento de la industria textil, la agrícola y la de fundición. Lucas Alemán siempre defendió al catolicismo y el fortalecimiento de la autoridad, y critico ideas como la división tripartita del Estado.
La contienda nacional entre federalismo y centralismo
Entre 1821 y 1854 se enfrentaron en una guerra civil permanente y en la esfera política los partidarios del federalismo con su visión de respetar la autonomía política y administrativa de los estados y territorios Mexicanos integrados en un pacto nacional, y los partidarios del centralismo, identificados con la preservación de antiguos fueros coloniales y un régimen que desde la capital pudiera mantener un férreo control político de los estados de la República.
La logia yorkina promovía las ideas ideas de los liberales, entre otras, la libertad religiosa, la igualdad civil ante la ley, la división de poderes y la libertad económica sin aranceles. El modelo federalista representaba las bases de estas propuestas. Dentro de la lógica yorkina destacaban Vicente Guerrero, Lorenzo de Zevala, José María Luis Mora y Valentín Gómez Farías. Por otra parte la lógica escocesa de extracción conservadora defendía el centralismo en pos de una mayor unidad nacional, la cual también se proponía lograr mediante el decreto de una religión oficial y una injerencia de la Iglesia en asuntos políticos. Los proyectos nacionales tan radicalmente opuestos se enfrentaron en el ámbito político sin lograr establecer acuerdos ni orientar por un rumbo fijo a la nación.
El gobierno de Valentín Gómez Farías en 1833 logró estas medidas apoyado por José María Luis Mora y Lorezo de Zevala como ministros del estado. Pero en otras ocasiones, la contra ofensiva de los conservadores al frente del gobierno impulsaban leyes orgánicas con decretos como el y los fueros militar y eclesiástico.
Las Leyes Orgánicas de 1836 bajo las cuales se instituyó el Supremo Poder Conservador por encima de los poderes del Estado, así como el catolicismo y la división del país en departamentos. Pero ni conservadores ni liberales tuvieron certidumbre suficiente, ni liderazgo general para mantener un proyecto de nación capaz de organizar al país y de enfrentar exitosamente las dificultades y retos de la vida nacional durante las décadas posteriores a la consumación de la Independencia.